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·         TÉCNICAS DE PESCA
La mejor escuela para un pescador es ir mirando los ríos y arroyos para saber donde hay vida y como se mueve.
1.      Con la mano
Aunque es una técnica que no requiere tener ningún material puede que resulte que sea la más difícil para un pescador novato.
Esta técnica consiste en meternos en el agua en una zona donde haya rocas y que no tenga mucha profundidad el río para poder coger a los peces firmemente o bien de un manotazo sacarlos del agua.
Una técnica variable es acorralar a los peces pequeños en zonas con poco agua, hasta conducirlos a un lugar donde no puedan escapar, entonces es cuando intentaremos cogerlos con la mano o con una pequeña red.
Otra técnica es el matacantos. Cuando los peces se refugian en fisuras en la roca, si se lanza una piedra muy pesada encima del refugio en cuestión, la onda expansiva puede atontar a los peces que supuestamente saldrían del refugio.
La variante extrema de esta técnica fue el empleo de dinamita, por suerte hoy en día no se utiliza ya que era un grandísimo atentado para la vida fluvial.
2.      Con nasas o redes
Las nasas son trampas con medios naturales o artificiales que se basan primero en la costumbre de los peces de refugiarse en zonas de ramaje y por otra parte en una debilidad de estos animales. Su inteligencia de memoria muy corta no les permite encontrar una salida si entran en una trampa.
Son básicamente cestas con una entrada en uno de sus extremos.
Para fabricar una, se corta la parte superior de la botella de plástico, que introducimos luego en la parte trasera con el cuello hacia dentro. Este sistema lastrado con piedras y con algún cebo en su interior es casi infalible para atrapar peces pequeños.
3.      Sedal y anzuelo
Esta técnica puede llevarse a la práctica, aunque requiere de licencia.
Se trata de ir recorriendo el rio lanzando el aparejo en lugares propicios para la pesca.
Los cebos son vitales. El mejor para una emergencia es el de rio que se obtiene levantando piedras. Las lombrices se buscan cavando en zonas muy húmedas que sitúan cerca del río y son también excelentes los gusanos o los insectos que vuelan sobre el agua del río.
Los cebos naturales en general están prohibidos.

     ·    LA SUPERVIVENCIA EN GRUPO
La supervivencia en grupo es más fácil y una excelente experiencia si no es un caso real. Pero el grupo también tiene su cara ‘’mala’’: varias personas pueden convertir una situación difícil en ejemplo modelo o en un completo caos. Los seres humanos no somos siempre capaces de afrontar un peligro, superar el cansancio o el hambre, trabajar el doble por un herido, o simplemente, entendernos… En los casos no reales, dado que la situación es voluntaria, todo debería ser más fácil. Pero si las personas implicadas no se ponen de acuerdo o alguna no tenía claro que se tenía que hacer, también habrá problemas. Y más cuando aparecen factores como cansancio, malas condiciones meteorológicas, etc.
Liderazgo
La cuestión de que alguien organice las actividades o que diga los pasos a tomar ante una situación difícil, al menos para que todos no hablen a la vez, es algo necesario. Lo difícil es elegir quien asume ese papel, porque a menudo el papel de líder, no es bien aceptado por los dirigidos. Es cierto que el rechazo al líder es a veces culpa de su forma de comportarse, pero en la mayor parte de los casos es una cuestión d efalta de voluntad de realizar un trabajo común, sin perjuicio de quien lo dirija. Una vez acabado ese trabajo, que puede ser cuestión de vida o muerte, es cuando debemos discutir si el sistema ha sido efectivo. En una situación real prolongada este análisis puede retratarse días, imaginaros un grupo aislado que tiene que bastarse a sí mismo.
Normalmente el trabajo de organizar debe realizarla la persona que mas conocimiento tenga sobre el tema que nos ocupa; si nadie tiene experiencia quien tenga más sentido común es quien debe asumirlo. Si quien tiene experiencia no tiene sentido común, debería dejar el mando a alguien que lo tenga y actuar de asesor.
Con caracteres opuestos son fáciles los enfrentamientos en momentos difíciles. Estos roces debe tenerlos en cuenta quien organiza.
La actitud como líder ha de ser jovial y conciliadora. Si se va de duro, corre el riesgo de que cualquier debilidad no justificada haga que se le echen encima los supuestos subordinados. Aunque parezca grotesco, la jerarquía de un grupo en estas circunstancias no se diferencia mucho de la de una manada de primates. Aunque tal vez para sacar faltas el ser humano sea menos deportivo que el simio. Algunas personas tienen graves complejos de inferioridad y acaban odiando a quien creen superior. No obstante la prepotencia es a veces un defecto unido a quien tiene capacidad para mandar. Esto puede convertirse a la larga en una bomba a punto de estallar.
Quien dirige ha de ser un ejemplo en solidaridad y trabajo. En fin, nadie dijo que mandar fuera sencillo, pero lo triste es que en estos casos hace falta alguien que lo haga.
Liderazgo compartido
Solo repetidas actuaciones de incompetencia probada pueden justificar que otro intente asumir el mando. Dos o más líderes pueden desestabilizar el grupo, salvo que actúen conjuntamente, lo que desgraciadamente no es habitual. Pero puede utilizarse un sistema de liderazgo compartido: si se combinan dos caracteres, uno enérgico y otro más diplomático, la cosa puede funcionar.
Liderazgo y democracia
Las decisiones importantes deben ser consultadas con la gente, aunque tal vez por una cuestión de rapidez sea necesario que quien dirige decida solo algún asunto crucial. A nadie le gusta que le digan lo que tiene que hacer, aunque en una urgencia, casi nadie discute a quien le saca las castañas del fuego. Siguiendo el esquema de prioridades descrito más adelante, poneos enseguida a trabajar:
-         Hay que distribuir las labores, procurando, si el grupo es pequeño, no dejar a nadie sin responsabilidades. Hasta un herido leve, puede encargarse de algo, esto le hará sentirse menos una carga. Los heridos desde su posición pueden ver y sugerir cuestiones que a los de primera línea con menos tiempo para pensar se les pasen.
-         Cuando el trabajo esté distribuido, es obligación de todos que las tareas se cumplan. Sería una triste gracia que nadie se ocupara de hacer señales en el momento en que un helicóptero pasa justo por encima de vosotros. El frio, el hambre, el cansancio o haber perdido a un ser querido, harán que la gente sea más apática y perezosa, e incluso más egoísta, y a todos estos problemas tiene que enfrentarse el líder. No ha d ser tirano, pero tampoco blando. En algunas situaciones, no habrá más remedio que obrar con energía, cuanto mejor y más aprisa se resuelvan las prioridades básicas: heridos, calor, agua, comida… mas cómoda será la situación y más fácil será trabajar con la gente.
-         Hay que dosificar los recursos si la situación va a prolongarse. En situaciones no reales no es tan necesario lo que hemos dicho anteriormente, pero si es cierto que convienen una mínima organización, y que todo el mundo sepa antes de empezar que se va hacer. Una cosa que se aprende con el tiempo es que grupos de gente que se llevan bien entre sí de verdad (si no, éste es un buen momento para comprobarlo) tienen mas posibilidades de que les salga bien una expedición aunque alguno de los miembros sea menos experto que un equipo de figuras que no consigue entenderse entre sí.
-         Otro problema importante son las personas que tienen a toda costa a reafirmar que saben mucho y tienen mucha experiencia: generalmente esto es síntoma de lo contrario, porque pone en evidencia su complejo de inferioridad. Estas personas que a menudo solo hablan y trabajan más bien poco son las que más criticaran al líder: es común que traten de buscar aliados hablando por detrás: pueden hacer fracasar desde la expedición más extrema hasta la excursión mas campestre.
Los que no dirigen
Aunque no estés dirigiendo la situación, no por eso tu actitud es menos importante. Si tienes algunos conocimientos útiles, comunícaselo a quien dirige, pero antes de actuar, salvo que sea una urgencia, consulta con él y con los demás. Sé solidario con tus compañeros y nunca escurras el bulto a la hora de trabajar. Aunque tal vez la situación sea dura por hambre, frio u otras privaciones, recuerda que puede haber gente que este peor que tú y no les servirá de mucho oír tus quejas.
No dirigir no significa estar al margen, y se evita uno algunos problemas, ya que el menor estrés facilita la supervivencia. Sé condescendiente a la hora de juzgar las acciones de los demás, piensa fríamente que harías tú en su caso. Por supuesto que la crítica es necesaria, pero todo tiene su momento.


·       LOS 10 MANDAMIENTOS DEL TRAIL RUNNER

1. Hay que ir bien equipado según la temperatura que haiga en el exterior. Prepara el equipo con tiempo para tus salidas. Haz una lista del material que te vayas a llevar para no olvidarte nada. Consérvala y mejórala.

2. El sol o el aire pueden hacer que baje tu rendimiento. Es importante que te protejas del sol con una gorra por ejemplo o un buff, y darte crema de protección solar en las zonas más sensibles: orejas, nariz, nuca y brazos.
3. Hay que hidratarse muy bien antes, durante y después de la carrera. Hay que tener en cuenta que hidratarse no solo es beber agua. Ya el día antes de la carrera ya hay que empezar a hidratarse, es muy importante hidratarse ya que si no nos hidratamos empeoramos nuestro rendimiento, retrasará nuestra recuperación y facilitará la aparición de lesiones.
4. Lleva un sistema de hidratación que resulte fácil y cómodo de realizar. Por ejemplo una mochila de hidratación o dos botellines de ciclista de 750ml, uno con agua y otro con sales, funciona muy bien.
5. Durante la carrera hay que tomar alimentos que sepas que te van a sentar bien, sobretodo que no contenga fibra y que sean de fácil digestión.
6. Hay que en la carrera de menos a mas. Es decir hay que correr de forma progresiva no ir de más a menos.
7. Antes de la competición hay que probar todo el material que se vaya a utilizar en la carrera.
8. Es importante estirar después de la carrera para prevenir lesiones y recuperar mas rápido.
9. Dos partes importantes del cuerpo que hay que trabajar muy bien son los abdominales y los cuádriceps.
10. El calzado es la herramienta mas importante del Trail Runner, y por eso hay que saber muy bien elegir una determinada zapatilla, hay que adecuarla a tu talla, que no te toque las uñas y se ajuste al pie.